¿Qué queremos?
Contribuir a instaurar en el país una cultura de derechos humanos, con respeto a los valores, la dignidad de la persona y las libertades fundamentales, sin distinción de nacionalidad, sexo, religión, orientación política u otras que pudieren dar origen a una discriminación o a la violación de los mismos, constituyéndose en un pilar para su plena vigencia, preservar la democracia y cooperar al logro de la paz mundial.
¿Qué hacemos?
Participar activamente en la generación de una conciencia cívica que impida la vulneración de los derechos humanos, mediante: la realización de actividades sociales, culturales y educativas; homenajes a mujeres destacadas que dejan huella sea por su talento, por su contribución al desarrollo; por su defensa de los derechos humanos, de la mujer y de la infancia; estableciendo puentes de colaboración con los pueblos originarios y los migrantes; analizando materias que afectan la vida cotidiana de chilenos y chilenas: la contaminación, el medio ambiente, la salud, las pensiones; todo con el propósito de difundir valores y modelos -pasados y actuales- que motiven a la reflexión crítica para una formación ciudadana respetuosa de los derechos humanos propios y ajenos.
¿Cuál es nuestro marco normativo?
La Declaración Universal de Derechos Humanos y los documentos derivados de ella, constituyen la guía maestra de nuestro quehacer. En el plano jurídico, estamos regidos por la legislación chilena en general, y en particular, por las normas establecidas para las organizaciones comunitarias y nuestros estatutos.